martes, 11 de marzo de 2014

LEÓN Y BAUTISTA






Bautista, un nene de 2 años, estuvo desaparecido durante 15 horas en las sierras de Tandil, pero afortunadamente, León, un perro labrador, color té con leche bien clarito de dos años y medio, lo encontró mientras dormía entre los pastizales de un campo.  Los padres de Bautista Gago estaban desesperados: el nene, que estaba con su familia en una estancia, se había extraviado el sábado 8 de marzo, cerca de las 21. A los rastrillajes iniciados por la Patrulla Rural, se sumaron dos perros de la Policía de la provincia de Buenos Aires y sus cuidadores. Así, "León" lo encontró el domingo al mediodía entre los pastos de uno de los campos recorridos. Cuando fue hallado, Bautista estaba durmiendo y se despertó al sentir que el perro estaba a su lado.

León es oficial de la Policía Bonaerense desde hace un año, y fue quien también halló el cuerpo sin vida de Araceli Ramos, en octubre de 2013, en un descampado al costado de la avenida General Paz.

León llegó a la división Canes de la dirección de Operaciones de la Policía Científica Bonaerense luego de que su entrenador, Néstor Páez, lo eligiera entre 11 cachorritos que tenía una familia para vender porque era “el más juguetón” y, luego, lo donara policía.

Después de un entrenamiento de un año y medio, que contó con la colaboración de la escuela Canina de Catástrofe de Barracas, León desembarcó en la división Canes de la Bonearense para acompañar a “Nerón”, un bloodhound, que se jubiló a fin de año con la jerarquía de Capitán tras 10 años de servicio.

Ahora, León es el único perro de la división Canes y ayer se convirtió en un héroe al encontrar a Bautista Gago. “Por suerte, tardó poco: sólo una hora en hallar al chiquito, que había pasado toda la noche a la intemperie y tenía muchas picaduras”, cuenta Néstor, el cuidador de León.

“Él trabaja suelto, pero ya le conozco todos los movimientos. Por eso, ayer cuando giró y levantó la cabeza enseguida me di cuenta de que algo pasaba, y lo seguí. En un momento, empezó a dar vueltas y me miraba. Como los pastizales estaban altos, recién vi al nene cuando yo estaba a dos metros. Lo más lindo fue que cuando León ladró, el chiquito se levantó y lo quería abrazar. Fue muy emocionante”.

Eduardo Di Benedetto, uno de rescatistas que encontró a Bautista, contó que “León detectó al nene por su transpiración”. Y dijo: “León está entrenado para encontrar personas vivas y cadáveres. A las vivas las identifica a mucha distancia por el olor de su transpiración. León detectó el olor que emanaba de la piel de Bauti y fue directo al lugar. Mi compañero Néstor Páez lo siguió cauteloso por detrás. Cuando el perro lo ve al nene, éste estaba dormido, casi desmayado, por el grado de hipotermia que presentaba. León ladró y ahí el nene despertó, entonces el perro se acercó a él de una manera muy lenta, y Bautista se paró solito y le dijo: "Pipi". Ahí nos dimos cuenta que, pese a todo lo sucedido, estaba todo más que bien”.




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